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Potenciar la exportación: nuevos usos de la nuez pecán

Potenciar la exportación: nuevos usos de la nuez pecán

Bajo el liderazgo de Latitud, la fundación de investigación, desarrollo e innovación del LATU, se potenciará la exportación de nuez pecán, el único fruto seco cultivado en Uruguay, explorando alternativas que permitan aprovecharla en forma integral.

La plantación de este tipo de nuez comenzó de forma incipiente a partir de la década de 1960. A la fecha hay plantadas 1000 hectáreas, que involucran a más de 50 productores, la mayoría nucleados en la Asociación de Productores de Pecán del Uruguay (APPU), desde donde buscan promover el desarrollo en todos los eslabones de la cadena de valor y la comercialización tanto en el mercado interno como en el exterior.

Considerando el crecimiento del sector y el aumento de volumen de producción que se proyecta, desde APPU consideran prioritario el desarrollo del canal exportador. Para ello, encontraron en Latitud y en la Universidad Católica del Uruguay (UCU) socios para diseñar una iniciativa que contribuye a dicho fin a través del fortalecimiento de la red de productores y mejora la comercialización y el desarrollo de productos derivados.

La propuesta presentada por investigadores de las dos organizaciones, fue seleccionada por el Fondo de Promoción de Tecnología Agropecuaria del Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA) y será ejecutada a partir de marzo de 2026.

Objetivos:

  1. conocer los requisitos de los mercados compradores de nuez;
  2. relevar las condiciones actuales de procesamiento del fruto en el país;
  3. buscar y analizar alternativas para el aprovechamiento integral del fruto, con especial énfasis en el uso de la cáscara de la nuez.

Para alcanzar este último punto, se caracterizará químicamente y se evaluarán las cantidades relativas de los principales componentes estructurales del fruto (celulosa, lignina y hemicelulosa), estudiando la posibilidad de uso en biorrefinería.

A su vez,a partir de la cáscara, el equipo buscará desarrollar un material adsorbente carbonoso, conocido comúnmente como carbón activado. De esta manera se valoriza la cáscara, que de otra forma sería un residuo y posteriormente se la regresa al mercado, en clave de economía circular.

El trabajo realizado se medirá en términos de sostenibilidad, estimando indicadores que contemplen las dimensiones ambiental, social y económica, en función de los datos disponibles.

Con la información generada se contribuye a alcanzar un mejor posicionamiento de los productores de pecán en el mercado, así como disponer de alternativas para el aprovechamiento y valorización de subproductos que ayuden a mitigar el impacto ambiental